sábado, 12 de enero de 2008

Tu

Maldita sea el romanticismo de mi corazón. Hay días que me bombardeo con anhelos infundados, y todos los días me pregunto como sería despertar al lado tuyo. Aún no tienes nombre, no tienes cuerpo, pero siempre tengo en mi mente presente tu silueta. Una silueta simple, poco complicada, tierna y femenina, que me sonríe sin cesar. Son emociones los que busco, son historias lo que quiero recordar. Quiero dejar de caminar el centro sólo, quiero dejar de componer sin musa. Me atormento pensando en que tal vez alguna vez me he cruzado con tu perfume y no lo he reconocido. Qué pasa si eras aquella chica tomando un capuccino y fumando un cigarrillo en una mesa del café que tanto me gusta. Te dejé ir porque sí, porque yo estaba en otra mesa escribiendo una canción sobre tí, y porque demasiadas películas me han hecho creer que me atacará una taquicardia cuando tu aura se ponga en contacto con la mía. Son cosas que no puedo evitar, y observo cada mujer bella que cruza la calle esperando que entre en el molde. Pero claro, nadie conoce a nadie en la calle, demasiada desconfianza en la sociedad, y tampoco es mi estilo ese, pero la soledad hace que tu mente vuele sin rumbo. Un corazón vagabundo sería más inteligente, pero me tocó uno frágil y con ganas de ser destruido sin anestesia. Quisiera al menos tener la certeza de que existes, de que vives en algún lugar y que me esperas. Tal vez haces igual que yo, y estás atenta en el Mambo, o en el Parque, o en el Museo, o en la Cinemateca, o tal vez soy yo el único idiota que cree que existe alguien ideal como tú sólo para mí. Hay que reconocer que para crear una conexión no son suficientes las miradas, pero por alguna razón esperaba que tuvieras tu la iniciativa. Mis fracasos por encontrarte ya son varios, y la silueta es especial, es sólo para tí. Sólo tu me responderás la pregunta Cortázar con Rayuela, sólo tú sabrás de donde viene el Here´s for looking at you kid, sólo tú se aguantará el ruido de mis ensayos con la banda. Antes la silueta era menos flexible... era Rashomon y Akira Kurosawa, pero me doy cuenta de que no puedo esperar algo tan específico de nadie. Debería dejar de anhelar respuestas, y encontrar una candidata para poco a poco acomodarla en el molde. La realidad es triste, y mis puertas se cierran. Tengo que cambiar de círculos, tengo que dejar de lado todo lo que he hecho porque nada ha funcionado.
Te espero, te busco, te necesito como pocas veces. La soledad funciona hasta que miras la luna y no tienes con quien compartirla. Por ahora dejaré de buscarte, esperando que seamos algo natural sin necesidad de forzarlo. Un gesto, una señal, un comentario será suficiente para reconocerte. Maldito sea el romanticismo de mi corazón.

1 comentario:

Laura dijo...

The minute I heard my first love story
I started looking for you,
not knowing how blind that was.
Lovers don’t finally meet somewhere.
They’re in each other all along.
-Rumi-

Leyendo este post vino a mi cabeza este poema, lo curioso es de dónde lo saqué, tal vez algún día te cuente esa historia, porque me gusta contar historias. Realmente quiero darte las gracias por ser el primer sujeto en comentar en mi blog, el otro comentario que hay es de mi hermana y por supuesto no cuenta, ahora la pregunta clave que siempre me hago es ¿cómo llega alguien a encontrar mi blog? porque no logro imaginar cómo alguien procastinando en internet encuentra ese lugar tan recóndito y poco enlazado al resto de la red... cuéntame esa historia tu, ¿cómo llegaste allí? Por ahora seguiré leyéndote un rato más y viendo videos de Pixies! Espero que todo vaya bien en tu vida. Un saludo. Laurá