jueves, 26 de junio de 2008

Zelig

Aprovechando el renovado frenesí por escribir, cumplo mi palabra sobre escribir acerca de una de mis películas favoritas de toda la historia (Citizen Kane... number one.. far). Woody Allen (maestro) decidió narrar esta historia de una forma atípica que nadie ha podido emular con el mismo acierto. Zelig es un falso documental sobre un hombre con la capacidad sobrenatural de transformarse en el tipo de personas que lo rodean. La primera persona que aparece en la película es Susan Sontag, y estoy aterrado por el hecho de que en el momento de que vi por primera vez la película no la reconocí, por lo que ahora no me queda más que emocionarme (recomiendo el ensayo Contra la Interpretación de Sontag).

Piensen en la persona que siempre quiere ingresar en las conversaciones, en la persona que siempre tiene que decir algo de todo, aunque no sepa nada del tema. Piensen en la persona que es capaz de hacer ciertas cosas que hacen los demás con el simple afán de integrarse a un grupo,  y hace que nadie lo quiera alrededor. Ahora, imaginen esta conducta potenciada 1000 veces, con la personalidad neurótica de todos los personajes que toma Woody Allen. El resultado es Zelig, realizado con cámaras de los principios del siglo XX para darle más autenticidad a un documental con el mismo encanto del Realismo Mágico que tan fácilmente es asimilado por las personas. Mostrar el principio no es suficiente para reconocer lo elaborado de la trama, y el verdadero humor irónico aparece en el clímax de la película, pero por mantener la tradición, aquí está el principio.



1 comentario:

Laura dijo...

aaaawwwww do you forget me already? :(