jueves, 26 de junio de 2008

Corrector

Como una torre de Babel terminó mi trato con aquella mujer. Simplemente no me es posible mantener una conversación más con ella, y ella lo notó. Por dentro mi estómago se retorcía cuando volvía a preguntar "¿qué piensas?". Así que, en conjunto con el mundo de razones que un par de personas me hicieron reconocer, la cosa terminó antes de arrancar (afortunadamente), y regreso sin más a mi búsqueda de personas con las que, al menos, pueda tener una conversación civilizada. Gracias a ellas. Esto sirvió para darme cuenta (como ya sabía pero ignoré conscientemente) de mi propia superficialidad. Debo de resistir y dejar de actuar por la soledad, después de todo, me gusta caminar solo, pero tuve que pasar por alguien como ella para reconocer que mi verdadera necesidad no es simplemente compañía. 
Si, alguien dijo que todo era un dilema, en mi caso era entre esperar y tomar lo primero que apareció, pero bastó probar la segunda opción para darme cuenta de todo. 

Nota Mental: Tal vez debería comprar un perro para pasear... eso cubriría la falta de compañía al caminar.

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