lunes, 30 de junio de 2008

Sombra cambiada

Es muy extraño mirarme en el espejo y notar como el cabello corto cambia toda la apariencia. Ya no puedo jugar de la misma manera con él, y no tiene dinámica a la hora de moverse al ritmo de la música, sin contar con el hecho de que perdí la mal lograda apariencia de rockstar despreocupado de pelo enmarañado que me gusta pensar que tenía. Hay pocas cosas comparables con mover la cabeza mientras giro la cabeza, tocando batería, y sentir el cabello alrededor, bailando, haciendo parte del show, dando movimiento, expresión.
La apariencia es importante. Aunque muchos quieran sentirse bien consigo mismos y decir con todas sus fuerzas que no son superficiales y buscan la mal llamada belleza interior, la verdad es que todo entra por los ojos. 

"Son las personas superficiales las únicas que no juzgan por las apariencias. El misterio del mundo es lo visible, no lo invisible" Oscar Wilde
Esa frase me martilló el pensamiento por mucho tiempo, en un momento en que sentía cierta culpabilidad por descubrir mi propia vanidad, y un gusto por cierta ropa, y una evidente preferencia por las mujeres que muestran estilo en el vestir, y tal vez demasiadas miradas en el espejo. Ahora se con seguridad que todo se trata de una búsqueda por encontrar una apariencia que refleje la personalidad, y que no puedo evitar girar mis ojos hacia personas que me transmiten cierta afinidad a través de la apariencia. Esto es aun mas evidente por el hecho de que nunca he buscado estar al corriente de las últimas tendencias, cosa que me parece más bien estúpida, sino que he llegado a empezar, sin hacerlo después de todo, a pensar mis propios atuendos. Supongo que no tengo el talento, y todo se limita a ideas para estampar.
A pesar de todo, al empezar a conocer gente con el estilo que busco, me he dado cuenta de que la apariencia es todo lo interesante que tienen. En la mayoría de estas personas, la apariencia no ha sido algo natural, sino un esfuerzo por lucir como todos lucen, y resaltar, por el simple impulso de querer llamar la atención. Con todo esto, la conclusión lógica es que debería dejar de pensar tanto en eso, como debería dejar de pensar tantas otras cosas.
Es extraño no reconocer mi propia sombra.

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