sábado, 20 de octubre de 2007

Macho

Y ella de repente, en medio de la conversación dijo algo como: "Perdona que te lo diga. Tal vez me vas a odiar cuando te lo diga: Pero tu eres muy macho para una mujer como ella". No supe como reaccionar, así que sólo atiné a darle un abrazo algo simplón y ocultar mi cara de vergüenza que opacaba la de satisfacción. La Paisa hablaba de mi ex-novia, y de como parecía bastante incompatible mi relación con ella, y con ese comentario sincero se ganó una amistad que de seguro disfrutará.
Y es así. Aún no comprendo como fue que pude mantenerme tanto tiempo en una situación con ella. Es, en el fondo, todo lo opuesto a lo que busco en una mujer: es intensa en el estudio, escucha la música que odio, y obtusa para las cosas más simples que se pueden disfrutar en la vida. En el momento que la conocí, creo que simplemente quería comprobar si todavía era capaz de seducir. Era alta, eso si no se lo niego, y mi propia estatura me obliga a que busque a aquellas que superen el nivel de mi horizonte. Cuando me dí cuenta de que le gustaba (era demasiado evidente), hice el movimiento y terminamos juntos. Creo que fue la falta de una mujer en tanto tiempo, o el hecho de no haber tenido novia en mi tiempo universitario aceleraron mi accionar.
Aunque hay momentos que no se pueden negar que disfruté, dejé de ser el sujeto que solía ser debido a la influencia de su presencia. En todo el tiempo que estuve con ella sólo pude leer un libro. Ella odiaba el hecho de que tuviera una banda, de que los sábados prefiriera ensayar a salir con ella y se ponía roja en cuanto a la vocalista que tenía en esa época y que me sonreía bastante. Ahora espero volver a encontrármela para invitarla a un café, aunque supongo que eso sería imposible en estos momentos, sobre todo porque dejó la banda y se perdió en su estudio.
En fin, ya van casi tal vez más de 6 meses desde que la dejé, y cada día ha sido mejor. Pude volver a abrir los ojos y salir solo a caminar de nuevo al Parque Nacional. La composición me ha vuelto de repente, la inspiración me brota por los poros con suficiente cafeína y vuelvo a mi secreta vida de bohemia. Ahora ella me odia y me ama a la vez, hay un sólo paso como dicen por ahí, pero en el caso de ella es bastante evidente. No puedo evitar tratarla mal como respuesta a su agresiva actitud frente a mi forma de ser. Es una especie de enemigo con la que tengo que lidiar todos los domingos cuando debemos trabajar en tareas para la universidad. Se transformó en una carga, y tiene nombre secreto cuando lo comento con mis amigos de la carrera.

Sin embargo, me quedé pensando en lo de "macho". Es una expresión muy rara, y no es la primera vez que me la dicen. Le pregunté de nuevo, y lo que la Paisa me respondió me dio a entender es que parezco de otro nivel, de otro mundo, de pensamiento más profundo que el de una mujer sin más ambiciones que una buena calificación. Tal vez exagero, pero se me combina con mis sospechas de que algunas féminas me ven como alguien inalcanzable. Supongo que ellas creen que deben prepararse demasiado para intentar entablar una conversación conmigo. Es la primera vez de que me doy cuenta de que a veces si proyecto esa estela intelectual que tengo oculta para el público, pero seguramente exagero. "Ah, verdad que a ti te gusta..."... "el jazz"... si... debo sonar raro. No todos tocan saxofón, pero no soy todos, y todavía espero mi armónica Blue Marine afinada en Do bemol (aunque deberían decir simplemente afinada en Si.. cosas raras del blues).

Jeje... creo que a ella nunca le regalé la luna.

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