lunes, 7 de julio de 2008

Lluvia

Cierro la puerta y me miro en el espejo. La apariencia de mi cara recién despierto no suele ser la mejor visión para empezar el día, pero la idea es que el agua mejore la situación. Me quito la piyama de toda la vida que me rehuso dejar ir y observo por un segundo el cuerpo del que me siento orgulloso: nada de excesos de masa en ningún lugar, suficientemente proporcionado para mi altura. Abro la puerta, abro la llave. En las duchas eléctricas, la temperatura es inversamente proporcional a la cantidad de agua, y los días fríos como los de esta ciudad hacen que el volumen de agua sea bastante pequeño para conseguir una temperatura alta. Me gusta el agua caliente, tal vez demasiado, pero cierro los ojos y me sumerjo en la agradable sensación del agua quemando mi piel. Tal vez sea porque no me he terminado de despertar, o tal vez porque a mi subconsciente le gusta sentir agua tibia, pero mi imaginación vuela, vuela como en ningún lugar, comparable solamente con ese instante en que apenas despierto sigo acostado y sueño en un estado somnoliento.
Cierro un poco más la llave para darle más temperatura al agua, y estoy al frente del salón de clases de una universidad japonesa, en medio de mi presentación, entre inglés y japonés, intentado dar una buena primera impresión. Seguramente soy mayor que ellos, y definitivamente mucho más alto, pero a diferencia de los orientales con cintura de palo, puedo bailar como pocos, y lo aprovecharé para montar un buen show con una buena banda de rock'n'roll, y lo primero que daré a entender es que busco miembros para armar la banda. Los rumores dicen que los latinos tenemos algo a lo que los asiáticos no se pueden resistir, y aparezco rodeado de un puñado de mujeres de ojos alargados que no me llaman tanto la atención. Sería más fácil conseguir una novia acá y llevármela después, vivir juntos, dedicarle las canciones. Igual, estoy en la tarima, probablemente en la universidad, creando una fama local. Estoy tocando guitarra, tuve que dejar la batería porque atrás se pierde el carisma y además quiero cantar. Empezaría por Weezer, por lo que les gusta, y luego, seguramente cantaría una de Fito que me sale bien, y en Legalización de Ska-p (saco un papelillo, me preparo un cigarrillo y una china bakanuta de hachis...) sacaría el saxofón para que se enloquecieran, luego las mías, en japacho, inglés y español, y poco a poco reconocerán que el español es genial. Ya como tengo fama, para este concierto me conseguí un juego de vientos, trombones, saxofones y trompetas, un equipo de luces potente, todo para lograr hacer el homenaje que quiero.... "Fellas, I'm ready to get up and do my thing (yeah go ahead)... I wanna get into it man, you know (go ahead)... like a.. like a sex machine man (yeah go ahead)... movin' and doin' it you know... can I count it off?? (go ahead)... a 1 2 3 4...".. creo que todavía no me he echado el shampoo, pero si recuerdo bien los pasos de James Brown y van así.... la verdad todo está en las piernas, creo que siempre tuvo la cintura rígida a pesar de haber sido un sex symbol en su época. Lástima que nunca lo pude ver en vivo, creo que junto con Celia Cruz, significaron para mi las dos personas más alegres de la música, y pensaba que era inmortales, y me tomé un tiempo de luto como nunca le hice a nadie, the Godfather of soul, el verdadero creador del funk. Ahora utilizan la palabra funky en todo, y creen que todo tiene groove, pero para conocer verdaderamente el significado de esas palabras es necesario haber escuchado Funky Drummer. Esa batería, tal vez la razón por la que empecé a tomarme como oficio serio la percusión, tengo que tocar batería como sea, recuerdo de memoria Balaclava de Arctic Monkeys, tengo que hacer ruido rápido, necesito ese espacio para cantar tan alto como se me dé la gana. Después me traje al elenco original, la banda colombiana, estoy en el día de la música colombiana que pude montar con toda la fama que logré acumular, y traigo a The Black Cat Bone, y a toda la Bogotá Blues Society y a todos los que se peguen, y tocamos Dirty Strings y toco la batería como nunca. Los dedos arrugados me dicen que es suficiente, que se me hace tarde para volver a la realidad y que la gente generalmente solo canta en la ducha en lugar de montar el espectáculo completo, pero no es mi culpa que mi sangre amanezca con ganas de funk. Esto esta mal construido y no tiene ventanas. El vapor se acumula, igual que un sauna, se puede ver el vapor emanando de mi piel y poco a poco, si me demoro lo suficiente, se forman gotas en el techo. Después de dejar que se enfríe el lugar, empieza a caer el vapor condensado del techo, y es curioso observar la forma lenta en la que las extrañas estalactitas se forman. Es lluvia, la lluvia testigo de mi locura.

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